Legisladoras radicales difundieron esta mañana una declaración de repudio a los casos de abuso sexual en la política entre ellos el del senador de su partido, Juan Carlos Marino, que evitaron mencionar y a las 19 podría aparecer en la reunión de bloque y mañana en la sesión. 

El documento fue redactado por diputadas y senadoras de la UCR, que se sumaron recién al mediodía y tendrán la misión de seguir de cerca la causa de su compañero de bloque. 

"Sabemos de la necesidad de impulsar desde nuestros respectivos ámbitos de acción, una vía institucional en la lucha contra actos de acoso y abuso sexual. Consideramos que prevenir mediante concientización de los actos de violencia contra la mujer es tan importante como actuar con celeridad en los casos que se producen", subscriben las radicales. 

Promueven un protocolo para abordar denuncias como las que recayó contra su correligionario, educación sexual integral en los colegios "desde temprana edad" y, sobre todo "erradicar la violencia machista".

Comunicado de las legisladoras de la UCR sobre violencia de género. 

"De ahora en más habrá conductas que antes formaban parte de nuestra cotidaneidad, 'micromachismos', que deberán ser replanteados y que juntos y juntas cuestionaremos", advirtieron.  

Entre las firmantes están las diputadas Aída Ayala, Brenda Austin, Karina Banfi, Gabriela Burgos, Carla y Soledad Carrizo, Alejandra Martínez, Lorena Matzen, Claudia Najul y Josefina Mendoza. Y las senadoras  Silvia Elías de Pérez,  Olga Inés Brizuela y Doria,  Silvia Giacoppo,  María Belén Tapia y  Pamela Verasay, entre otras. 

Desde el jueves, cuando la empleada del Congreso Claudia Guebel denunció a Marino, las legisladoras radicales intercambiaron mensajes sobre cómo pronunciarse y aunque prefieren no decirlo públicamente, más de una confiesa sus dudas sobre el relato y la oportunidad de la presentación judicial. Ninguna la llamó para solidarizarse. 

Otra idea que hablaron fue la de reproducir los juzgados de la mujer que funcionan en Jujuy desde la asunción de Gerardo Morales y reciben denuncias diarias sobre mujeres agredidas. "Lo que no podemos es inventar una ley para salir del paso. No sería serio", confió una diputada de la UCR a LPO.

Marino está convocado a una reunión de bloque este martes y a la sesión el miércoles. Su mayor poder es presidir la bicameral de organismos de inteligencia y la de la biblioteca del congreso que Macri criticó por tener 1700 empleados. 

Los "protocolos" son la consigna más repetida por estas horas en el Congreso, porque a los legisladores, políticos al fin, les pesa la idea de quedar atrapados en denuncias que no puedan probar en lo inmediato y terminen ensuciando una causa noble. APL, el gremio de trabajadores de ambas Cámaras, elaboró un instructivo para denunciar abusos y se pondrá en marcha en 2019, cuando cada partido político podría tener listo uno propio. 

Además, diputados de todos los colores políticos no pueden explicar como a dos años de ser denunciado de propasarse con una empleada, el tucumano José Orellana continúa en su banca como si nada hubiera ocurrido. 

Con dos tercios de los votos es suficiente para echarlo, pero si lo hicieran en las próximas sesiones no sería fácil justificar tanta demora, cuando la entonces diputada Gabriela Troiano relató cómo el "mellizo" se le tiró encima para besuquearla.

El futuro del senador Marino es un misterio y se abordará a las 13 en una reunión reservada de la "Banca de la Mujer", una comisión para debatir temas de género y entre sus integrantes tiene a Cristina Kirchner. Nadie la espera. 

La preside la pampeana Norma Durango, que la semana pasada se solidarizó con la actriz Thelma Fardín, a pocas horas de haber relatado su denuncia por abuso contra el colega Juan Darthés. 

 "No voy a atacar a la denunciante ni mucho menos. Nosotros haremos nuestra defensa como corresponde en un sistema democrático", anunció su abogado Claudio Calabresi. 

Una empleada del Congreso denunció al senador radical Marino por abuso sexual 

Gabriela Michetti se sumó a Federico Pinedo en pedir que no haya condena hasta que se exprese la justicia. "Este tema nos conmovió y nos movilizó a todos. No teníamos ninguna información a nivel de Presidencia del Senado. Nos enteramos cuando se enteró todo el mundo. La investigación debe ser concisa, precisa, rápida y profunda", solicitó.

Luis Naidenoff, radical y jefe de Cambiemos en el Senado, calificó como "un gesto" que Marino haya anunciado que se quitaba los fueros, una acción que en los hechos no importa mucho porque la justicia puede investigar a un legislador y los fueros sólo sirven para evitar su detención.

Fue un grito para la tribuna del senador, que algo preveía, porque unos días antes de la denuncia renunció a su candidatura a gobernador de La Pampa y apagó los teléfonos. 

Su mayor poder es ser presidente de la bicameral de control de organismos de inteligencia, un cargo que sólo tienen los amigos de los principales agentes del edificio de 25 de mayo, algunos cercanos a su padrino Enrique "Coti" Nosiglia. Rara vez la reúne y cuando lo hizo este año fue para duplicar los salarios de los asesores.

También es vicepresidente primero de Senado y tiene otra sortija preciada del Congreso, como es la presidencia de la bicameral administradora de la biblioteca del Congreso, que hace un año Mauricio Macri criticó muy indignado porque tiene 1700 empleados. Marino lo ignoró: nunca despidió a nadie.